Un asunto de humor




Hay muchos anécdotas dignas de contar respecto a la relación que mantuvieron los escritores de ciencia ficción. Precisamente, una de ellas ocurrió en una convención mundial de ciencia ficción, cuando se conocieron Issac Asimov y Harlan Ellison. Cabe señalar, que las convenciones mundiales son un espacio importante en donde se encuentran los autores del género y el fandom.


Hay que señalar que en esa época, Isaac Asimov ya tenía su fama bien ganada al escribir varias novelas de ciencia ficción emblemáticas del género y ensayos de divulgación científica, entre ellas la trilogía de novelas «Fundación», que había alcanzado éxito y buenos comentarios de la critica. Años más tarde, la trilogía ganaría un Premio Hugo. Isaac Asimov ya era un escritor reconocido en el fandom y los especialistas. En cambio, Harlan Ellison era un escritor joven que había publicado algunos cuentos cortos y novelas, y tenía prestigio en el mundo de la televisión estadounidense, donde era guionista de algunas de las series televisivas del género como «The twillight Zone» y «Star Trek».


En aquella convención mundial, Harlan Ellison, el joven escritor locuaz, irónico y mordaz, se acercó al popular Asimov y le preguntó si de verdad era Isaac Asimov. Asimov muy admirado y a la vez molesto, mantuvo la calma y contestó que si era. Luego volvió a preguntarle lo mismo, Isaac Asimov tomó paciencia y le dijo que de verdad si era Asimov. Harlan le dijo irónico que era una nulidad. Esta insolencia de joven escritor hizo que Asimov planeara vengarse de algún modo. Comenzó a investigar y supo que el joven escritor sufría por su pequeña estatura. No le gustaba que se refirieran a ella. Asimov tomó nota de aquella particularidad y decidió actuar.


En la convención, a Asimov le tocó el turno de intervenir. Pasó al frente. Entre los aplausos de los espectadores comenzó a referirse a los escritores de ciencia ficción hasta que llegó el turno a Harlan Ellison. Asimov tomó aire y le dijo: «Harlan, súbase sobre el compañero que tiene a su lado, para que los demás puedan verle». Eso provocó las risas estruendosas de los asistentes de la convención. Desde ese momento, Asimov y Ellison se hicieron buenos amigos.


Harlan Ellison le pediría a Asimov que le escribiera el prólogo de su antología «Visiones Peligrosas I» . Y Asimov se valdría del perfil de la personalidad de Harlan Ellison para ponerla en una de sus novelas: «Asesinato en la convención». Tal vez, si elucubramos, esta novela manifestó lo que le había producido Harlan Ellison en Asimov durante su primer encuentro. Asimov tenía ganas de «asesinar» al petulante joven escritor que no sabía quién era «Asimov». Años más tarde, en 1982, Asimov y Ellison se volvería a encontrar en un programa de televisión para hablar sobre ciencia ficción.

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